miércoles, febrero 27, 2008

En los libros...


Más allá de teorizaciones el dato incuestionable es que la llamada “maldita trinidad” (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y Organización Mundial del Comercio) manda mucho y de mala manera, por mucho que se quieran valorar positivamente sus intervenciones para un buen orden económico internacional. Se debe reconocer el protagonismo y la hegemonía de los sujetos colectivos en el orden interno e internacional. Son entidades que no sólo mandan mucho, sino que tienen escasa legitimidad y casi nulo control jurídico. Como provocación retórica, no alejada de la realidad, se les llama aquí Leviatanes, porque son como bestias feroces e insaciables y con poderes “legibus soluti”. Estamos en manos de sujetos colectivos que no tienen rostro, sino siglas. Antes se sabía quién era y dónde vivía el rey absoluto o el dictador. El tiranicidio era posible. Ahora todo es más difuso. Sus portavoces pasan, pero ellos permanecen. Bush pasará, pero permanecerá el Pentágono o la OPEP. Hay problemas especialmente graves cuando se trata de sujetos colectivos no reconocidos por un orden jurídico nacional o internacional. Las naciones sin Estado son quizás el caso más grave.

A la teoría jurídica y política debe interesar cómo los sujetos colectivos se constituyen, se ordenan y sobre todo se legitiman. Gran parte de los problemas de justicia, igualdad y libertad que se dan hoy a todos los niveles (local, estatal e internacional) están relacionados con los poderes que hoy tienen determinados sujetos colectivos. No hay aquí una teoría colectivista ni en su versión de derechas (comunitarista) ni en su versión de izquierdas (comunista). No hay tampoco aquí una simpatía irracional por lo colectivo. Pero se mantiene la firme convicción argumentada de que o se reflexiona sobre los sujetos colectivos como factores decisivos y determinantes de la vida pública y privada, o mal van a ir las cosas para la humanidad, bien por los daños que pueden producir por causa de sus poderes descontrolados e ilegítimos, o bien por los beneficios que pueden dejar de producirse por su injusta valoración.


La obra del profesor López Calera (tuve el honor de ser alumna suya) puede ser adquirido en el portal de Marcial Pons, España.

1 comentario:

Rocío dijo...

Vale 18 euros... buena inversion!