jueves, junio 12, 2008

‘Sex and the city’, la parte frívola que todas tenemos


Señores, compañeros de trabajo, compadres… ¡Dejen de discutir con sus mujeres! Si no las quieren acompañar a ver Sex and the city está bien. Pero déjenlas ir sin torturas emocionales, porque hay cosas que ustedes nunca entenderán del porqué amamos a esta película (y serie).

Francamente, si se las tenemos que explicar pierden el sentido. Pero haré un esfuerzo por el bien de sus matrimonios y amistades.

Sex and the city no nos obliga a justificar esa parte frívola que por derecho de nacimiento tenemos todas. Es sólo un pedacito de nuestras personas, pero lo necesitamos. Todas hemos amado una buena bolsa de mano. ¿Y qué?

Estas cuatro mujeres nos regalan una década más de vida. No es que vayamos a vivir más, pero ahora sabemos que los 30 sólo son para aprender. La responsabilidad no llega hasta los 40… y sólo si queremos.

Da por hecho cosas que muchas veces olvidamos, no hay nada mejor que una gran amiga para que no te juzgue. Porque, de que nos vamos a arrepentir de algunos hombres en nuestras vidas, de eso no hay duda.

En fin, amamos Sex and the city por detalles como que Carrie puede rentar un gran departamento en Manhattan sólo con lo que gana escribiendo una columna semanal. Porque las reglas las hacemos nosotras y eso sólo nos hace más capaces para amar o para salir corriendo cuando es necesario. Señores, pensándolo bien, vean Sexo en la ciudad.

Por Susana Moscatel. El Universal

1 comentario:

José Luis dijo...

Yo si la dejo ir, solo que no me ha dicho nada.