El huracán Ida nos dejó tristeza y desastre. La cifra de muertos alcanza los 130, todos ellos tienen un rostro y una historia, no son simples números.
Con este fenómeno se comprueba una vez más la vulnerabilidad que tenemos como país y la poca preparación que tenemos los ciudadanos y las autoridades para la prevención de desastres.
Hace falta y en serio, plantearse un ordenamiento territorial, invertir en la contrucción de bóvedas, reparar la infraestructura dañada. Es la papa caliente para el Gobierno del Cambio, Mauricio Funes tiene una oportunidad única para demostrar al pueblo salvadoreño sus capacidades.
Un pésame sentido para los familiares de los fallecidos, muy en especial en Verapaz, San Vicente que tiene un lugar en mi corazón.
lunes, noviembre 09, 2009
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