Ayer por la mañana vi a dos ex compañeras de la licenciatura, y ambas elogiaron mi torneado cuerpecito (ja!) porque ambas le han entrado 'con todo' a la comida y eso se refleja en todo lado. No es que sea yo figurita porque estoy muy lejos de serlo, pero ellas lo vieron así por la comparación, pues.
Digo yo, que nunca he sido una obsesionada con mi peso, que cuidarse es importante desde el punto de vista de la salud. A mis 26 años nunca he padecido una enfermedad grave ni nada de eso, pero no voy a esperar sentada a que me ocurra lo peor. Camino unas 4 veces por semana y últimamente he reducido la cantidad de alimentos y sólo como cuando me apetece.
Eso de las dietas no funciona, yo creo más bien que debemos cambiar nuestra forma de comer para siempre, el problema de las dietas es que sólo es por un tiempo y después qué. Por eso debemos darnos nuestros 'gustitos' pero también cuidar lo que comemos, sin exagerar.
Después de todo somos hijos del maiz, nos hemos 'criado' con pupusas, tamales, pan dulce, pastelitos, atol, entre otros.
Hazlo por ti.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
jejeje el morbo cabron!!! ya quisiera ver ese torneado cuerpecito jejejeje sin degeneraciones porsupuesto sino mas bien para apreciarlo como uno lo hace cuando ve una bella flor.
Lo que vos decis de cuidar la cantidad de comida es cierto he notado que uno puede comer de todo sin excederse y mantener mas o menos la linea.
Yo la verdad las dietas me matan y no tengo la voluntad de seguirlas.
saludos
wirwin, la curiosidad mató al gato... jajaja
eso de las comidas en los findes cuesta mucho mas, pero cuando asumes con responsabilidad tu salud, es simple.
Publicar un comentario