Hoy fue un día para el olvido. Estaba en el Consejo Nacional de la Judicatura, un edificio de tres pisos, comienza a temblar, despacio, suavemente y después la gran sacudida.
Juela! Todo mundo gritaba y decían ¡terremoto! yo me sentía calmada pero todos a mi alrededor corrieron a la salida de emergencia, estábamos en el tercer piso, una señora se cayó. Un chero y yo preferimos quedarnos en el salón y esperar que pasara.
El profesor es venezolano y estaba muerto del pánico, nunca había sentido un temblor tan fuerte como el de hoy. La pasó mal.
Ahora entiendo porqué la recomendación más acertada en estos casos es MANTENER LA CALMA.
lunes, enero 18, 2010
Temblor en San Salvador.
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1 comentario:
ja ja ja ja...lo siento, no puedo tenerle miedo a los terremotos, nunca he vivido uno
A mí lo que me da pálida son las tormentas con vientos huracanados
Hiciste lo mejor, conservar la calma y quedarte donde estabas
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