En mi reciente viaje, que por cierto estuvo preciosa y muy emotiva la boda de Enrique y Leonor, tuve momentos para pensar.
El perdón libera. Definitivamente. Es un proceso que debe seguir su curso, pero cuando finalmente dejas los resentimientos atrás, eres libre.
Yo tenía serias heridas que ya sanaron, de relaciones pasadas, de relaciones actuales que merecen lo mejor de mi. Preservar los buenos recuerdos es mejor que padecer por los malos. Eso es el perdón y hay una belleza impresionante cuando encuentras que el perdón siempre estuvo ahí, siempre fue una opción, solo tenías que tomarla... y se siente tan bien.
Ahora me siento más lista que nunca para las nuevas cosas que se vienen en mi vida, para dar espacio a nuevas experiencias que te ayudan a crecer y madurar.
lunes, octubre 26, 2009
It's forgiveness.
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