Geovani Galeas hace comentarios puntuales en su columna de LPG: Ya algunos sociólogos han demostrado cómo el victimismo se ha convertido en una industria muy rentable para algunos activistas de Derechos Humanos, los cuales en la paz, sin presos ni torturados ni asesinados por razones políticas, se quedan sin los ingresos que les agencia el oficio de la denuncia. Ello los obliga a la doble moral que implica reivindicar a un cierto tipo de víctimas y exigir castigo para cierto tipo de culpables, pero a cerrar los ojos por completo ante otras víctimas y otros culpables, todo en función de la pura y simple afinidad ideológica.
Es una opinión que me parece muy provocadora. Realmente estamos frente a una clara posibilidad de poner fin a la impunidad de ambos lados: gobierno y guerrilla. Ambos sectores cometieron graves crímenes y quedaron en el olvido, menos en las víctimas.
1 comentario:
Es evidente el sesgo en el análisis debido al período pre-electoral en el que actualmente nos encontramos que hacen los dos partidos mayoritarios con respecto al tema de la derogatoria de la ley de amnistía suscrita en el año de 1993, es evidente que Mauricio Funes no va a decir que va a derogar la ley por la gran controversia que causaría en la derecha salvadoreña, con su típico y trillado discurso de que "No hay que abrir viejas heridas", actualmente le conviene decir que las cosas van a seguir igual, y que recaiga todo en la Asamblea Legislativa, pero cre un enorme descontento en los defensores de los derechos humanos y en los que buscan a los verdaderos culpables de crímenes como: El Mozote, el Sumpul, Copapayo, Monseñor Romero, los Sacerdotes Jesuitas y tantos y tantos otros crímenes cuyos responsables hoy salen a marchar por las calles de San Salvador, pidiendo que no eliminen a la Fuerza Armada.
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